Puliendo la memoria de una madera sin barniz,
Dejando a un lado el encuentro con la eternidad,
Bailando entre ritmos infernales,
Nuestros dedos se enlazan.
Fronteras inderteminables
Limitan nuestra pobre existencia.
Poemas sin estrofas
Encadenan nuestra furia.
Somos animales sin piel,
Desnudos entre amapolas.