pero con esperanzas latentes en mi corazón.
La fuerza del sueño me abraza en las noches.
Melancolía,
súbito estruendo,
imágenes sucesivas,
y el deseo.
¿Cómo retenerlos?
¿Cómo cohibir su magnitud,
cómo dirigir en mi la rebelión?
La tristeza de todos los días,
el hueco profundo en el pecho.
Dejáme entrar que te busco,
dejáme entrar que te espero,
dejáme entrar que te pienso.
dejáme entrar que te espero,
dejáme entrar que te pienso.