Jueves, como ayer.
Son las siete de la mañana
y yo sentada en mi confortable escritorio de madera,
mirando la ventana mientras pienso que estarás haciendo vos...
Pero no es difícil,
durmiendo, como todos los demás.
Entonces sigo pensando,
miro al resto caminar y reniego de acordarme
que ya es verano y las cosas están igual:
el jilguero sale a la misma hora,
estoy sola y sigo pensando.