viernes, 13 de junio de 2008

Ver.

Son imágenes congénitas, gritos endemoniados, mazorcas en el suelo. Es la luz tenue de las velas alumbrando el cuarto fúnebre, el cuarto de su propia muerte. Es la anciana embadurnada de collares hablándole a las sombras. Es ella refutando su cuerpo, su sangre, evocando a sus compañeros.

(Anamorfosis de sentimientos.).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que linda la entrada anterior, alejandra pizarnik, la niña de tiza rosada (:

Anónimo dijo...

si ya sé que es extremista pensar eso pero odio pensarlo y lo aclaré abajo, es decir no son pensamientos que disfruto tener, trato de oprimirlos, pero no puedo.

Sebastián dijo...

Me parece estupenda tu manera de escribir :)

Te felicito, seguí asi ;)

EN los detalles está el diablo dicen, soy poco detallista, pero mi memoria fotográfica es muy buena.
No así en los demas casos :P-



Un beso

La imaginación al poder!