viernes, 16 de abril de 2010

mi vida

La negación siempre funcionó en mi:
Períodos hermosos,
en los que me adornaba el cabello con hiedras y reía junto al estanque,
un regalo de la negación.
También los dulces que compraste en la plaza,
hermosa negación.

Qué esplendor, qué sutileza,
haciendo estragos por ahí pero con tanta ternura.

Sus manos uniendo lazos
arrojandolos por el cielo,
y yo reía.
He reído hasta llorar.
Y todo gracias a la negación
que me corono con su guirnalda de flores.

Negación, no te vayas,
no me dejes sola.
Bailemos toda la noche,
esperame a que me duerma.
EN VARIAS PALABRAS
PUEDO DEFINIRME
COMO


LA PROYECCIÓN DE LOS SUEÑOS QUE NUNCA NADIE VERÁ.
Dentro de todo este amor
sé que descansa la verdad,
la que no muere todos los días
en la boca de algún loco.

Como a la curva del tallo de la flor que posa frente a la ventana del cuarto en el alguna vez dormimos juntos,
te amo.
Como a la luz que refleja el espejo en donde me miré por primera vez,
te amo.
Como a la transparencia del agua que vierte de tu boca hacía la fosa del baño,
te amo

consciente

Suena irrisoria la historia que alguna vez imagine sobre la taza,
suena vacía, anulada por el tiempo.
Anulada como yo,
exaltada, corroída y golpeada.
Corroída como la pared en mi cuarto,
exaltada como la fiebre,
febril como el día que nací.
Devolveme mis historias, mis sueños, mis cantos
asi los acuesto en su cajita.
Así duermen, pero cuidado
que no despierten más.
Que no vean la luz
porque ya no queda sol.
Envename a mi también
dejame descansar un poco
quiero ver las estrellas,
y contarlas con los dedos.
El Universo, claro,
que también me acompañe.

escena

Quiero ser tierra, agua, ramas, flores creciendo, un lugar olvidado,
la aguja que no se enhebro, el cielo nublado, la mañana, una pupila, el fuego.
Quiero ser abril, una colección de hojas, una estampilla sin sobre,
la mujer del puerto, una comida con sal, la cuerda de una guitarra.
También mar y gorrión, selva y desierto, ventana y frío.
Y cómo olvidarme de ser lo que siempre quise si tengo el ¨soy¨.
Mañana, la gente volverá a caminar a mi lado, y estaré ahí sin estar de nuevo.
El hogar anhelado al cual llamar mío, no esta. Soy la exclusión vestida de fiesta.