martes, 8 de septiembre de 2009

arajos

En estos días de miedos y angustia, la luz no me conmueve. La veo tan lejana, abandonada por mi dulzura. Sólo la penuria de mis sueños me acompaña. Acosada por tu figura estrepitosa me levanto cada día, después de verte arrodillada y suplicando entre arapos y cicatricez.
¡Siempre en tu vestido blanco suplicando!
Acosada por tus manos
que no se mueven de ese rincón olvidado.
En estos días,
camino por inercia
y mis manos sólo se mueven
buscando las melodías infantiles.
Cést fini, c´est fini, you are awake!
La luz despareció,
pero tu rostro sigue acá.

No hay comentarios: